El burócrata Víctor consigue un departamento y prestándolo a sus jefes para sus aventuras va ganando dinero y ascensos, aunque pasa incomodidades al dejar el departamento en las horas menos oportunas, sufriendo asaltos y resfrios. El director de la oficina también le pide el departamento para llevar a la elevadorcita Patricia a quien Víctor ama. Se decepciona de ella pero descubre que trató de suicidarse. El director lo recompensa nombrándolo jefe, pero él rechaza el puesto asqueado de tanta corrupción.