Un niño nacido entre un humano y un zorro de nueve colas fue rechazado por ambos mundos y deambuló solo hasta que conoció a una reina que despertó su pasión, dándole el nombre de Jigwi. En el presente, la puerta espiritual de Geumbok se ha abierto, atrayendo espíritus malignos hacia él. Para protegerlo, Bihyung hace un contrato para compartir temporalmente su poder. Con la esperanza de parecer más seguro, Geumbok visita una clínica de cirugía plástica, donde el apuesto médico resulta ser el propio Jigwi, quien audazmente lo invita a salir.