El 5 de agosto de 1945, un escuadrón de bombarderos Betty escoltado por cazas Zero transporta un avión cohete suicida llamado Ohka. El piloto del Ohka es Nogami, un piloto jóven. De inmediato los estadounidenses detectan al escuadrón, lanzando sus aviones en su contra. Desesperado, Nogami se sube al Ohka y ordena al resto de los tripulantes que lo suelten. Es entonces cuando la tripulación del Betty se rehusa a soltarlo, diciendo que es demasiado pronto y que está muy lejos del objetivo como para ser liberado. Debido a la insistencia de Nogami, uno de los tripulantes del Betty se ve forzado a golpearle la cabeza para dejarlo inconsciente.